El calor cada vez se adelanta más y adaptar tu rutina de cuidado de la piel a las altas temperaturas es fundamental para cuidar tu piel en verano.
Del mismo modo que no llevamos la misma ropa en invierno que en verano, cada estación del año requiere unos cuidados específicos para la piel. En verano las temperaturas aumentan y pasamos más tiempo al aire libre, además de que los efectos nocivos del sol, el cloro de la piscina y la sal de la playa pueden hacer mella en la salud de tu piel.
Adaptar tu cuidado de la piel al verano
Cuidar la piel en verano es imprescindible para prevenir los efectos de la radiación solar, protegiendo la piel de los agentes externos y garantizando una hidratación óptima. Y es que un exceso de sol sin la protección adecuada no suele puede quemar tu piel, sino que también es el principal responsable del envejecimiento cutáneo. Así como también de las manchas más comunes de la piel: las manchas solares, conocidas como melasma.
Los dos tipos de rayos ultravioleta que más inciden en la piel son los UVA y UVB. Los primeros son muy altos durante todo el día y durante todo el año, razón por la cual es imprescindible usar protector solar también en invierno (¡incluso en los días nublados!) Por su parte, los rayos UVB tienen más incidencia en las horas de más sol, de las 10 de la mañana a las 4 de la tarde, horas en las que no es recomendable exponerte al sol, ni siquiera con protector solar.
En este sentido, cuidar la piel en verano con protector solar de factor alto (50) o muy alto (50+) es imprescindible, esa lección sabemos que la sabes. Pero esta no es la única medida necesaria para cuidar la piel en verano que debes adoptar con el cambio de estación. Existen otras recomendaciones muy importantes a tener en cuenta para evitar la deshidratación de la piel, los efectos del cansancio y el envejecimiento durante el verano.
6 consejos para cuidar la piel en verano
Además de usar protector solar cada vez que estés al aire libre y reaplicarlo cada dos horas, existen otro tipo de consejos importantes para cuidar tu piel tanto por fuera como por dentro.
Beber abundante agua para mantener la hidratación desde el interior
Nuestro cuerpo es fundamentelamente agua, por lo que la necesita para mantener las funciones orgánicas en condiciones óptimas y funcionar correctamente. En verano, debido a las altas temperaturas, perdemos una gran cantidad de agua a través del sudor, que regula la temperatura corporal y nos permite soportar las altas temperaturas. Por esta razón, es tan importante compensar esta pérdida de agua del organismo bebiendo agua.
Aclarar el agua de la piscina y la playa
Eliminar los restos de cloro y sal de la piel e hidratarla perfectamente después de los baños de sol es imprescindible para evitar irritaciones y sequedad. El cloro contiene hipoclorito de sodio, que puede resecar e irritar la piel. La sal, a pesar de que de forma natural tiene múltiples beneficios para la piel, incluso en casos de alteraciones como la psoriasis y el acné, en exceso o en pieles sensibles puede provocar irritación debido a que acelera la pérdida de agua en las capas más profundas de la piel.
Vigila tu dieta
Hidratación, hidratación y más hidratación; es la clave del verano. Y esta también es básica que la aportes a través de la alimentación, toma frutas ricas en agua y verduras de temporada, que te refresquen y te aporten hidratación, así como vitaminas y nutrientes. Por contrapartida, es interesante evitar los alimentos muy calóricos, para evitar las digestiones pesadas y muy largas. Así mismo, no hace falta decir que los ultra procesados, ricos en azúcar y grasa, son grandes enemigos durante todo el año, pero en verano pueden aumentar el cansancio y la somnolencia.
Adecua tus hábitos y vestimenta al verano
En verano conviene usar prendas que te protejan del sol y permitan que la piel transpire. En este sentido, evita prendas muy ajustadas o con tejidos que no permiten la transpiración como la lycra. También es importante usar accesorios que te ayuden a protegerte del sol, como sombreros, gorros y gafas de sol, que protegerán a tus ojos de los rayos solares.
Además, es también importante evitar los perfumes con alcohol, sobre todo si te estás exponiendo al sol. Estos pueden secar la piel, irritarla y favorecer la aparición de manchas solares. Por lo que en verano, mejor recurre a los pefumes sin alcohol o a aguas florales, como nuestra Agua Sublime Azahar y Rosas.
Duerme las horas necesarias
En verano pasamos más tiempo al aire libre y solemos realizar actividades que requieren un esfuerzo físico mayor, por lo que el reposo es fundamental. Duerme cada día entre 7 y 8 horas para mantener a raya el cansancio y tener a tope tus reservas de energía.
Acude a tu centro Karicia para cuidar tu piel en verano
Además de seguir nuestros consejos para adaptar tu rutina de cuidado de la piel en verano, es fundamental acudir a un centro Karicia especializado, donde nuestros profesionales te ayudarán a mimar tu piel con el tratamiento adecuado. Solo así podrás descubrir en qué estado está tu piel y darle el cuidado más adaptado a sus necesidades.
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