Bea Velosillo, fundadora de Mindful eating: “La alimentación consciente consiste en poner atención plena al acto de comer”

¿Sabes que muchas veces comemos con las emociones? ¿No has sentido a veces ganas de comer después de recibir una mala noticia o tener una discusión? Comer con las emociones nos puede llevar a no elegir correctamente los alimentos que nuestro organismo necesita, sino aquellos que elegimos por la emoción del momento; sea triste o alegre. Hoy nos sentamos con Bea Vellosillo, fundadora del programa Mindful Eating, que promulga el concepto de Alimentación Consciente. Descubre con Bea cómo poner atención plena al actor de alimentarte y cómo la consciencia puede cambiar tu aspecto físico, pero también tu salud, tu bienestar y tu piel. 

Antes de nada, cuéntanos quién es Bea Vellosillo y a qué te dedicas.

Soy el resultado de la suma de una serie de creencias, pensamientos, emociones, comportamientos, valores y experiencias vividas a lo largo de mi vida; en la cual ha habido momentos de todo:  alegría, miedo, tristeza, rabia, optimismo, incertidumbre… Todo ello me ha ayudado a obtener un aprendizaje y un crecimiento personal

Por tanto, hoy puedo decir que soy una persona fuerte, alegre, optimista, vital, enérgica, responsable, agradecida, flexible, respetuosa, prudente, comprometida, empática, entusiasta, motivadora. Me considero una guía en continuo aprendizaje; me gusta escuchar activamente, compartir, disfrutar de cada momento y de cada pequeña cosa que me da la vida y cada persona que aparece en mi camino.

Todo ello me ha llevado a compartir como he llegado a ser como soy, a divulgar todo lo que he aprendido. También a seguir investigando, acompañar y guiar a las personas que lo desean en su proceso de transformación hacia un estado óptimo de salud y bienestar, a través de la nutrición integrativa, del mindful eating, del coaching nutricional y de la Psiconeuroinmunología (PNIE).

¿Qué es la alimentación consciente a través de las emociones?

La alimentación consciente a través de las emociones es una atención plena e integral del cuerpo, de los pensamientos y de los sentimientos en cada instante.

Es una toma de consciencia que te invita, cuando vas a comer algo, a realizar reflexiones como:

“¿Realmente siento hambre fisiológica?”;

“¿Qué señales me está enviando mi cuerpo para saber que tengo hambre real?”;

“¿Es algún pensamiento el que me está llevando a comer?”;

“¿Qué sentimiento tengo en este momento?”;

“¿Qué tipo de alimento me apetece comer?”;

“¿Cubre mi necesidad?”;

“¿Es beneficioso para mí en este momento?”.

Además, la alimentación consciente es mucho más. No es sólo el acto de comer, sino que implica atención plena en todo el proceso: desde realizar un menú semanal, realizar la compra, preparar la comida, ingerirla, etc. Todo ello de una forma totalmente consciente y amorosa.

¿Cómo influyen las emociones en la alimentación?

Las emociones nos influyen mucho en nuestra alimentación y, sino se hace una toma de consciencia, esa influencia puede ser bastante negativa.

“La necesidad real es primero escucharse y luego recurrir al recurso adecuado”

Muchas veces recurrimos a la comida para cubrir otras necesidades que no queremos escuchar, atender o incluso que no somos conscientes de ellas. Por ejemplo, cuando llegamos a casa excesivamente cansados, tras haber discutido con nuestro jefe, tras tener que lidiar con los hijos constantemente, querer hacer más cosas de las que se puede, tras haber recibido una mala noticia, etc. Muchas de estas situaciones se intentan resolver con la comida, sin pensar. Lo que sucede es que, después de haber recurrido a la comida, la persona se siente peor, porque sigue sin cubrir su necesidad real y se siente mal (emocional, mental y/o físicamente) por lo que se acaba de comer.

La necesidad real es, primero escucharse y luego recurrir al recurso adecuado. Por ejemplo, descansar cuando se está muy cansado; reflexionar porque ha surgido cierta discusión, aceptar la situación; digerir y afrontar una noticia; conversar y desahogarte con alguien; pedir un abrazo; darte un baño relajante; salir a caminar o realizar algo de ejercicio para quemar adrenalina y que baje la ansiedad o el estrés.

Además, en un alto porcentaje de ocasiones, se tiende a elegir alimentos poco saludables, con aditivos, con azúcares, que satisfacen solo momentáneamente. En otras ocasiones, lo que sucede es que, puede el alimento quizá sea saludable, pero se termina comiendo en exceso, lo cual, termina llevando al un resultado poco o nada satisfactorio.

Otra situación en la que podemos ver reflejada cómo las emociones pueden afectar a nuestra alimentación, es cuando por ansiedad o tristeza a una persona se le cierra el estómago y no es capaz de comer o le termina sentando mal la comida. De la misma manera que hay una estrecha relación de las emociones con lo que comemos y cómo comemos, también hay una relación directa entre lo que comemos y cómo nos sentimos.

Y al revés, ¿Puede influir una alimentación desequilibrada en las emociones?

Puede ser por falta de información y educación nutricional, por un bache de la vida, por falta de prioridades o de consciencia, mala organización y planificación, etc que se termine llevando una alimentación desnutrida y desequilibrada, lo cual condiciona el estado anímico y emocional. Esto sucede porque, según lo que comemos, nuestro cuerpo genera más o menos residuos, sintetiza unas u otras sustancias y es capaz de llevar a cabo mejor o peor sus funciones fisiológicas.

Por lo tanto, una mala alimentación, puede llevarte a:

  • Un peor funcionamiento de las vías de detoxificación de tu organismo.
  • Una falta de síntesis de ciertas sustancias beneficiosas para que se lleven a cabo ciertas funciones en tu cuerpo.
  • Producirte un desequilibrio de tu microbiota.
  • Producirte un desequilibrio hormonal.
  • Trastornos del sueño.
  • Cansancio, debilidad.
  • Falta o exceso de neurotransmisores.
  • Etc

Y, todo ello te puede derivar a estados de decaimiento, tristeza, ansiedad, miedo, estrés, depresión, etc.

La buena noticia es que, realizando una toma de consciencia y con la ayuda de algunos recursos y herramientas, se puede hacer un cambio de hábitos que mantengan un buen estado de salud y bienestar. Todo ello tanto a nivel físico, mental y emocional.

¿Crees que las tendencias de marketing de algunas empresas influyen en que tengamos una tendencia al hambre emocional?

Por supuesto. Hay ciertos factores sociales que influyen en nuestras emociones para que comamos de una manera u otra. También ocurre al revés, inputs para que comamos de cierta manera para que terminemos con ciertas emociones. La industria alimentaria sabe trabajar muy bien en su marketing para:

  • Terminar generando necesidades que no tenemos.
  • Generar un ambiente obesogénico a nivel social.
  • Inventar productos insanos que nos hacen creer que son sanos.
  • Generarnos creencias limitantes ante nuestra propia alimentación.
  • Generar dudas y confusión ante una alimentación saludable.
  • Etc.

Por eso es tan necesaria la toma de consciencia y una buena educación nutricional, para poder llevar uno mismo las riendas de su alimentación de forma saludable.

¿Qué pautas recomiendas a los clientes de Karicia para empezar a llevar una alimentación consciente?

Unas recomendaciones básicas para comenzar por pequeños pasos hacia la transformación serían:

  1. Comer materias primas o alimentos primarios (como verduras, hortalizas, frutas, frutos secos, pescados, marisco, huevos, carne, semillas, algas, legumbres, cereales, aceite de oliva virgen extra).
  2. Evitar ultra-procesados y algunos procesados.
  3. Los pocos alimentos que se consuman envasados, mirar siempre los ingredientes de las etiquetas y no comprar alimentos con:  endulzantes, aditivos (E-¿?) o más de 4 ingredientes.
  4. No comprar lo que no sea recomendable comer habitualmente, porque si lo compras lo terminaras comiendo.
  5. Una buena planificación-organización en las comidas.
  6. Comer sentado, tranquilo, sin malas noticias ni discusiones, disfrutando y saboreando cada bocado del menú que hayas decidido comer.

¿Cómo influye la respiración en la alimentación consciente?

La Respiración es una muy buena herramienta para adentrarnos en la atención plena del momento y en la alimentación consciente. A través de ejercicios de Respiración podemos modificar ciertas emociones, como la ansiedad o el estrés, y con ello, hacer una mejor elección de alimentos.

¿Qué relación existe entre la alimentación y la salud de la piel?

Una alimentación saludable y adecuada para ti, te permitirá mantener en equilibrio tu organismo y con ello, el estado de tu piel. Ingerir cantidades óptimas de nutrientes esenciales y antioxidantes es fundamental para ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro y los desequilibrios o enfermedades de la piel. La piel puede llegar a ser un reflejo muy evidente del estado de salud de ua persona. El colágeno, la elastina, el omega 3, la vitamina C y E… todos son nutrientes esenciales para la piel, que el cuerpo los obtiene a través de un alimentación saludable y adecuada.

Actualmente, sigue habiendo una tendencia de comer bien para adelgazar y vernos más atractivos. Pero más allá del aspecto físico, ¿Qué beneficios nos aporta la alimentación consciente?

Se ha relacionado bastante durante muchos años los cambios de alimentación principalmente para bajar de peso y tener una mejor estética. Por fin, en los últimos años ya se nota un cambio de tendencia a mayor relación de desequilibrios de salud con la alimentación. Cada vez hay más evidencia científica que corrobora la importancia de los hábitos alimentarios a todos los niveles: físico (a nivel de cualquier desequilibrio o patología), mental y emocional.

Hay que partir de la base que los alimentos son los que contienen los nutrientes que llegan a nuestro organismo a través de la alimentación, para generar energía, construir tejido y células y para realizar las funciones de cada órgano de forma correcta.

Por lo tanto, si consumimos los alimentos adecuados con los nutrientes necesarios todo funcionará bien. Pero, sí por el contrario, consumimos muchos alimentos pocos alimentos nutritivos, nuestro organismo no obtendrá los nutrientes necesarios para su buen funcionamiento y terminará con desequilibrios que, mantenidos en el tiempo, se pueden convertir en patologías más serias.

Si tienes dudas de que alimentación pueda ser la más adecuada o saludable para ti, o quieres trabajarte tu parte emocional en relación con la comida, ponte en manos de un profesional que te guíe y te aporte herramientas para realizar los cambios de hábitos necesarios.

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