Ane Uriarte, instructora de Sesha Academy:

“El Presente no es un momento puntual, el Presente es un continuo y se experimenta como tal cuando despojamos el “yo”

El Advaita es un sistema metafísico de pensamiento que tiene que ver con el reconocimiento de la esencia del Ser, así como con saber por qué existe y qué son las cosas y la realidad, tratando de dar respuesta a preguntas fundamentales que el ser humano se hace sobre sí mismo.

El Advaita busca la comprensión de lo que se Es, ya que ello implica un conocimiento y un saber. Sin embargo, este conocimiento no se encuentra en los libros; sino que opera cuando la conciencia se asocia a sí misma, es decir, cuando la atención ocurre sin ningún elemento adicional al que atender.

La meditación Advaita es un modelo teórico-práctico que desarrolla a profundidad ideas asociadas a la atención y a la conciencia. Ofrece un modus práctico con el que gestionar la mente y el comportamiento personal para resolver las grandes dudas filosóficas, religiosas y psicológicas, así como mostrar un medio de vida ordenado basado en la presencia constante en el Presente.

Para entender y profundizar más sobre el Advaita y la meditación Advaita hoy en el Universo Karicia nos sentamos con Ane Uriarte, instructora acreditada en Sesha Academy. Después de formarse como técnica en Integración Social, se inició con el trabajo interior participando en dinámicas de grupo y practicando meditación bajo los lineamientos del advaîta vedanta propuestos por Sesha. Tras muchos años de estudio, hoy en día Ane imparte cursos de Meditación Advaîta y de Astrología Pedagógica y ejerce como coordinadora de los proyectos pedagógicos impartidos por Sesha.

Por su parte, Sesha ha estudiado, investigado y profundizado en el sistema de pensamiento Advaîta Vedanta, logrando dar cuerpo a un modelo pedagógico que busca hacer accesibles al gran público las complejidades de las enseñanzas y los algoritmos que plantea la filosofía Advaîta, tratando de adaptar su lenguaje a los estándares occidentales.

¿Cómo explicarías que es la Vedanta Advaita a una persona que tiene ninguna información sobre ella?

Es un tipo de filosofía milenaria que proviene de la India. Se basa en aspectos metafísicos, en la búsqueda y reencuentro con lo esencial, con lo que somos, con la Conciencia No-dual, con el Ser y es por eso que la llaman el “conocimiento final”.
En sus fundamentos, plantea una forma de conocer el mundo y conocernos a nosotros mismos y es la denominada No-dualidad. Es una forma de percepción especial pero compleja para el ser humano. En teoría, esta debería ser la forma natural con la que deberíamos percibir las cosas.

¿Cuánto tiempo llevas con la Vedanta Advaita y con Sesha?

La primera vez que asistí a un seminario de iniciación tendría unos 15 años. Ahora tengo 39 años. En la época de la adolescencia iba y venía, aunque seguía participando en dinámicas de grupo y haciendo trabajo interior bajo las bases de la advaita. Con veintiún años aproximadamente hice mi primer internado de meditación de varios días y desde entonces no he parado.
Además, en los últimos años he impartido cursos con Sesha y otros compañeros difundiendo esta filosofía y tipo de práctica meditativa. Coordino varios proyectos de Sesha y me dedico también a la difusión de las enseñanzas de Sesha y la No-dualidad.

Ane Uriarte junto a Sesha y José Abizanda en uno de sus retiros de meditación

¿Qué te llamó la atención de esta meditación por encima de las demás?

Es un tipo de práctica que no implica rituales, dogmas, gurús, ni nada por el estilo. Tampoco requiere de hacer nada especial en la vida cotidiana (ni vestirse de una forma, ni comer nada específico, ni tener ciertos tipos de relaciones, etc…). Las acciones son sin categorías morales, lo que vale es la actitud cognitiva que tenemos mientras las realizamos. Es decir, cualquier acción es válida siempre y cuando la realices sin sentido protagónico, sin ningún rasgo egoísta en la cognición. Esto para una persona irreverente como yo, pues era algo que me seducía.

La Atención es una herramienta inherente a la cognición humana. Es natural en nosotros y nosotras y es lo que nos permite conocer el mundo y a nosotros mismos. Lo único que plantea esta filosofía es estar atentos y atentas de manera eficiente (o entregarse a través del amor) y esto, en consecuencia, trae que desaparezca el “yo” de la ecuación. A su vez, hay un axioma muy claro y es que no se puede estar atento o atenta profundamente (como en concentración) y simultáneamente triste, preocupada o inquieta, con lo que desarrollar una correcta atención me parece una de las salidas terapéuticas más inteligentes.

Plantea además unos cánones muy claros sobre la práctica interna y sobre la práctica externa (cosa que otras filosofías no lo hacen) con que tiene una aplicación muy práctica en la vida cotidiana también.
Y finalmente, he de contar que en aquel seminario inicial que realicé con 15 años, pude experimentar de manera incipiente la No-dualidad y eso es como una especie de imán que atrapa. En mis años de práctica no he llegado a los estados más supremos que se pueden experimentar a través de la correcta Atención pero sí tengo algunas anécdotas de No-dualidad intensa. Percibir desde esa forma es algo inigualable. Las sustancias que allí se perciben son mucho más vivas y estables que las habituales en el ser humano. Todo adquiere un brillo e intensidad ilimitado, todo está hecho de una sustancia dulce y vital que todo lo llena y es inagotable. La mente se modifica con esos estados y esto finalmente se expresa en lo cotidiano aportando una mayor dignidad y entrega a la vida.

¿Cómo podemos aplicar atención en lo cotidiano?

Atendiendo (risas). La Atención es sin esfuerzo. Es natural. No se requiere de la voluntad personal para atender. Si así fuera, podríamos dirigirla y desecharíamos realidades que “no nos gustan”. Es el “yo” quien interviene en la cognición y nos lleva a Babia. Así pues, cada vez que nos damos cuenta de que estamos donde no hay que estar, pensando en lo que no corresponde o captamos cualquier información irrelevante en ese instante, naturalmente volvemos a la actividad que realizamos con los sentidos totalmente dispuestos en ello. El ejercicio es “darse cuenta”. En el mundo externo, en lo cotidiano, disponemos de los sentidos para proyectar nuestra atención. Simplemente volquémonos en los objetos, concentrémosnos en cualquier actividad que nos sugiera el Presente más allá del gusto o disgusto.

Explícanos: ¿qué importancia tiene el presente en nuestro día a día?

Sesha diría que el Presente existe sin esfuerzo por existir y se conoce sin esfuerzo por conocer. Si lo experimentas te das cuenta que es cierto.

La vida ya está hecha. Nosotras no somos las creadoras de las experiencias o de lo que nos toca vivir. No creamos el Presente. El Presente ya está. Existe y solo nos queda responder.
El Presente no es un momento puntual, el Presente es un continuo y se experimenta como tal cuando despojamos el “yo” de la cognición y podemos volcarnos a él con la atención totalmente dispuesta o con una entrega total.
Así que diría que el Presente es ese flujo constante en el cual flota nuestro día día y que nos espera siempre con los brazos abiertos para que habitemos constantemente en él.

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2 Comentarios

  1. Qué interesante, practico y estimulante!!!
    Abocarse al Presente es lo que toca 🙂
    Muchas gracias!!!

    • Gracias por tus palabras, Estrella. Solo desde el presente y en conciencia es como podemos construir. ¡Gracias!


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