¿Qué son los sulfatos que se incluyen sobre todo en los champús? ¿Hay sulfatos buenos y malos? ¿Son realmente perjudiciales los champús con sulfatos? En los últimos años, los sulfatos son los ingredientes cosméticos que más controversia están generando en el mundo beauty. Pero… ¿Son realmente tan perjudiciales como corre por las redes? ¿O quizá estamos en la era de la opinión sin contrastar, aunque sea un error enorme y traiga consecuencias sociales y comerciales en muchos aspectos? Sigue leyendo y descubre toda la verdad sobre los sulfatos y su verdadera acción en el organismo.
¿Cómo explicar qué son los sulfatos que incluyen tus cosméticos, como el champú? La química es una ciencia compleja, y para entenderla, explicarla y etiquetarla como “buena” o “mala” hay que conocer, informarse, contrastar para luego comentar. ¿Por qué insistimos en este tema? Porque desde hace unos años hay una corriente extendida en la red y en redes sociales que declara que los productos cosméticos con sulfatos son tóxicos para el ser humano. Lo que lleva a muchas personas a confundirse y a dejar de comprar productos con sulfatos (como algunos champús). Vamos por tanto a aclarar conceptos.
¿Qué son realmente los sulfatos y qué tipos existen?
Los sulfatos son sustancias que se utilizan en los productos cosméticos, como geles de ducha, exfoliantes, champús, acondicionadores, limpiadores para el rostro, jabones líquidos para las manos, productos de higiene íntima o incluso dentífricos. Son limpiadores, espumantes y permiten un aclarado fácil. Existen diferentes tipos de sulfatos, entre los cuales algunos como el Lauril Sulfato de Sodio (SLS) o el Ammonium Lauril Sulfato (ALS), extensamente utilizados en cosméticos, utilizados en dosis altas pueden causar irritación. Estos son dos de los sulfatos más polémicos y su uso ha causado controversia; más bien por el abuso y la suma de acciones con efecto acumulativo, porque se encuentran en un número muy alto de los cosméticos que se usan en el mundo.
¿Existe una alternativa natural a los SLS, SLES o ALS?
En Karicia siempre procuramos que nuestros productos incluyan ingredientes lo más naturales posible. También en los sulfatos, elegimos un alternativa natural a la utilización de los SLS, SLES o ALS. Vamos a conocer otros productos que incluimos en nuestras formulas.
Existen muchos sulfatos orgánicos y de origen natural en cosmética; entre ellos el Sodio Coco Sulfato (SCS), un tensioactivo aniónico (sustancias de poder emulsionante y limpiador) que proviene del aceite de coco. De todos los tensioactivos aniónicos es el más suave para la piel, está permitido en cosmética natural y avalado por certificadoras de cosmética natural, como ECOCERT. No se considera perjudicial para la salud, es biodegradable y su poder irritante es bajo.
Otro de los sulfatos utilizados en cosmética natural es el Cocoil Glutamato de Sodio, formado por los ácidos grasos del aceite de coco y de un aminoácido, el glutamato, que se encuentra en el colágeno, la proteína estructural de la piel humana. Es un tensioactivo aniónico bastante suave usado en fórmulas orgánicas.
Ambos sulfatos son los que incluyen las fórmulas de nuestros champús Karicia y el Gel de baño Lavanda y Azahar, por su acción limpiadora suave y respetuosa. Además, las fórmulas Karicia también pueden incluir los siguientes sulfatos:
- Lauril Glucósido: un tensioactivo no iónico, suave y de origen vegetal. Se forma a partir de palma, aceite de coco y azúcar.
- Caprylyl / Capryl Glucósido: un tensioactivo líquido no iónico, que se obtiene a partir de materias primas renovables de origen vegetal.
- Betaine Cocamidopropyl (CAPB): un surfactante anfotérico que se usa como tensioactivo secundario. Lo utilizamos por su propiedad para reducir la posible acción irritante del sulfato de coco de sodio y del Cocoil Glutamato.
- Betaina: un activo que se obtiene de la remolacha azucarera y que promueve la hidratación profunda, reduciendo la sensación de sequedad en piel y cabello. Disminuye la irritación y fortalece la función barrera de la piel. Además, aporta un textura más rico y untuoso a cremas y champús, favorece la generación de espuma y protege de la descamación del cuero cabelludo. Favorece también la regeneración cutánea y estimula la formación de colágeno. Se considera un protector contra irritantes químicos y mecánicos.
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