Hongos e infecciones vaginales en verano: ¡Que no te estropeen tus vacaciones!

¡Ya están aquí el verano y… las vacaciones! Quizá uno de los momentos más esperados del año. Llegan los días sin despertador, las largas noches calurosas y los intensos días de playa y piscina. Pero cuidado, el verano también puede ser una época en la que proliferen los hongos y las infecciones vaginales. ¿Es posible evitar que aparezcan para que no te estropeen las vacaciones?

En verano, cuando pasamos más tiempo entre la playa y la piscina con el bañador mojado durante horas, aumentan las infecciones por hongos vaginales; así como los picores e irritaciones. ¿Crees que a ti no te pasa? Deja que te contemos un cuento basado en hechos reales…

“Tú que estabas tan a gustito con tu bañador en la playa, baño tras baño y al sol, de ahí a la piscina para quitar la sal de la piel y a comer mojadita, que hace mucho calor. Al día siguiente te despiertas, vas a la ducha y… ¡Cómo te pica la entrepierna! No haces otra cosa que rascarte, pero cuanto más rascas más te pica. Además aparece un flujo vaginal que no tenías y te sientes tan incómoda que hasta dormir del tirón es imposible”

¿Te suena esta historia? ¿Te sientes identificada?

Y es que no hay cosa que les guste más a los hongos que el interior de tu vagina, un buen sitio con nutrientes y aumento de humedad para crecer como locos.

¿Qué son los hongos vaginales?

El hongo vaginal más frecuente en las mujeres es el llamado Candida Albicans, una infección micótica que se estima que afecta al 75% de las mujeres en algún momento de su vida; algunas afecciones de las cuales hasta se vuelven crónicas. En condiciones normales, la Candida Albicans es un hongo que se encuentra de forma natural en la vagina, formando parte de forma equilibrada de la microbiota vaginal, sin causar daños ni molestias. Es más, en condiciones normales, la función de la Candida Albicans en la vagina es protegerte precisamente de la invasión de otros microorganismos. Como es bien conocido, los hongos adoran la humedad y el calor, razón por la cual el verano puede aumentar una sobrepoblación de Candida Albicans por encima de los demás microorganismos de la microbiota vaginal.

¿En qué se traduce este aumento? En la temida y frecuente candidiasis, la proliferación excesiva de Candida Albicans que puede provocar síntomas como picores, irritación, inflamación, flujo vaginal anormal y, sobre todo, mucha incomodidad.

¿Por qué la Candida Albicans puede convertirse en candidiasis?

La humedad excesiva altera el pH de la zona vaginal, lo cual facilita la aparición de infecciones, no sólo por hongos, como la candidiasis, sino también por otras bacterias. Si tienes picor en la vulva o en la vagina, inflamación, enrojecimiento, sientes dolor al orinar o durante las relaciones sexuales y tu flujo es espeso y blanquecino, es casi seguro que padezcas candidiasis. Y ahora, ¿Qué haces? Ante la aparición de cualquier síntoma, lo primero que debes hacer es acudir a tu ginécologo para que haga el diagnóstico correcto y determine el tratamiento adecuado para tratar el problema.

Si no tienes síntomas, recuerda que hay situaciones que pueden propiciar el desarrollo de hongos vaginales y alterar tu pH vaginal. Un ejemplo son la toma de medicamentos como las píldoras anticonceptivas, los antibióticos o corticoides. Situaciones de estrés, un sistema inmutario deficiente o el embarazo y la menopausia también pueden provocar candidiasis.

Candidiasis e infecciones en verano: prevenir, mejor que curar 

Somos conscientes que suena a tópico, pero para evitar que los hongos vaginales te arruinen las vacaciones, lo primero es la prevención. La protección diaria de la zona íntima es fundamental para mantener el equilibrio de la flora vaginal:

  • En primer lugar, lava la zona 1 vez al día con un gel o jabón muy suave, como el Gel de baño Lavanda y Azahar. Recuerda que es importante que nunca laves con cosméticos la parte interior de tu vagina: la vagina tiene sus propios mecanismos naturales de regeneración y los productos detergentes pueden alterar la flora. Una vez es suficiente para mantener la zona íntima en condiciones limpias. Una limpieza excesiva puede alterar la barrera protectora de la flora vaginal y aumentar el riesgo de infecciones.
  • Después de la ducha, aplica unas gotas del Aceite íntimo Hamamelis en la zona interna de la vagina, introduciéndolo con la ayuda del dedo índice o corazón, lo más profundo que puedas. Con el sobrante de aceite, masajea también la zona externa para ayudar a la hidratación. La cuidada selección de ingredientes naturales del Aceite íntimo Hamamelis mantiene la hidratación y reduce el riesgo de infecciones.
  • Antes de pasar muchas horas en la playa o la piscina, utiliza también el Aceite íntimo Hamamelis para mantener la hidratación y la salud de tu zona íntima.
  • Siempre que hayas pasado muchas horas en la playa o la piscina, quítate tan pronto como puedas la ropa de baño húmeda. Pasando muchas horas con el bañador húmedo estás creando el hogar ideal para la proliferación de la Candida Albicans.
  • Durante las relaciones sexuales, juega, prueba y excítate con el Aceite íntimo Hamamelis. No solo estás protegiendo la flora vaginal, sino que es un excelente lubricante que mejora la sensación de placer en tus relaciones. Además… es vegano y 100% comestible.
  • Después de las relaciones sexuales, intenta siempre hacer pis. Esto te ayuda a eliminar posibles bacterias generadas durante el acto sexual. Y es que está demostrado que la actividad sexual puede incrementar hasta un 40% la proliferación de infecciones vaginales y urinarias.
  • Evita la ropa interior sintética y muy ajustada. La ropa interior de algodón siempre mejora la transpiración de la zona.
  • Evita el uso de fragancias o desodorantes en la zona genital. Este tipo de productos puede causar irritaciones vaginales y alterar el pH, provocando picores, escozor y facilitar infecciones, como las candidiasis.
  • ¡Hidrátate! Beber hasta 2L de agua al día no solo te mantendrá hidratada ante golpes de calor, sino que favorece la limpieza de las vías urinarias y evitará las posibles infecciones.

Ahora ya sabes cómo mantener a raya los hongos y las infecciones vaginales en verano para que no estropeen tus vacaciones. Solo te queda… ¡Disfrutar a tope del verano!

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