Según un estudio de la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA y la Fundación Mutua Madrileña sobre la Salud Mental en España, 4 de cada 10 españoles valora de forma negativa su salud mental. Unos datos escalofriantes.
Pero aún hay más. El 74,7% de la población en España cree que en los últimos años ha empeorado la salud mental. Las tres razones más señaladas como causas son: las dificultades económicas (91,4%), la incertidumbre ante el futuro (89,0%) y la presión, las exigencias y estrés del día a día.
También influye en sus respuestas la sensación de que vivimos en una sociedad cada vez más individualista y muy competitiva.
Los datos se vuelven especialmente sensibles cuando hablamos de los jóvenes, cuya salud mental lleva cayendo en picado desde la pandemia y cada vez es más preocupante. Más de la mitad de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años, concretamente el 59,3%, reconoce padecer problemas de salud mental, según datos del ‘IV Barómetro Juvenil 2023 Salud y bienestar’ realizado por la Fundación Mutua Madrileña y Fad Juventud.
El 31,7% de los encuestados declara haber tomado psicofármacos, un 23,8% ha experimentado alguna vez ideas suicidas, un 11,3% piensa en el suicidio con cierta frecuencia y el 13,8% lo hace con mucha frecuencia o continuamente. Sin duda, un problema mundial el de la salud mental, sobre todo entre nuestros jóvenes, ya que según declara UNICEF España, 1 de cada 7 jóvenes en el mundo sufre problemas de salud mental.
La presión estética en los problemas de salud mental
Según afirma el portal Salud Siempre, especializado en fomentar una vida más saludable, uno de los grandes agravantes de los problemas de salud mental entre los jóvenes son las redes sociales y su vida “escaparate”, lo que ha aumentado los problemas por encajar en una imagen positiva, muchas veces no real, creada a través de Instagram, TikTok o Snapchat.
Muchos adolescentes consideran que una presencia fuerte en las redes sociales es esencial para su estatus social y para ‘encajar’ entre sus amigos, especialmente entre esos que también están en su círculo virtual. Pero este “intentar encajar” puede tener un precio: según una encuesta del Pew Research Center; el 29% de los adolescentes siente mucha presión para verse bien en redes sociales.
Según afirma FAROS Sant Joan de Déu, la plataforma digital de promoción de la salud y el bienestar infantil del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, la imagen corporal es un problema para muchos jóvenes. Cada hora se cargan más de 10 millones de fotografías nuevas sólo en Facebook, ofreciendo constantemente las posibilidades de compararse con los demás. Un estudio también ha demostrado que las chicas expresaban un deseo para cambiar su apariencia como la cara, el pelo y/o la piel después de pasar tiempo en Facebook.
Pero no solo los jóvenes sienten esta presión física hoy en día. Las personas adultas, cuya mayoría no son nativos digitales, también sienten un aumento de la presión estética en cuanto a no tener arrugas, flacidez, grasa corporal o celulitis, aumentada también por el auge de las redes sociales. En algunas casos, el hecho de no sentirse normativas dentro de los cánones de belleza establecidos, hace que estas personas se sientan incapaces de desarrollar ciertas tareas o incluso relacionarse con los demás. Las vidas perfectas de influencers en redes sociales, con cuerpos perfectos, sin un gramo de grasa, granos, arrugas ni imperfecciones no hace más que aumentar la presión estética sobre millones de mujeres, y también hombres, en todo el mundo.
La importancia de la autoestima
¿Qué es la autoestima? Se trata de la percepción de uno mismo, de cómo nos aceptamos, también a nuestro físico y nuestro cuerpo, de si nos hablamos bien, con amor y nos aceptamos. Se trata de no verse únicamente desde la carencia (muchas veces estas son solo físicas) o desde lo que no somos capaces de hacer, sino de reconocernos como seres humanos imperfectos.
¿Esto quiere decir que no debamos ponernos a dieta si hay partes de nuestro cuerpo con las que no estamos a gusto? Obviamente, no. ¿Que no podamos intentar modificar un aspecto físico que no nos hace sentir bien? Nada más lejos de la realidad. No se trata de no tener libertad para cambiar lo que no te gusta de cuerpo, sino de que lo hagas porque realmente estás tomando tú la decisión y no la presión del entorno.
Empieza por el autocuidado
Para empezar a cuidar nuestra salud mental y revertir los datos escalofriantes que envuelve hoy en día nuestra sociedad, es imprescindible empezar a dedicarnos tiempo a nosotros mismos y a nuestro interior. Conectar con nuestros deseos, más allá de nuestra profesión o de las modas de la sociedad.
Cuidar de uno mismo, con presencia, conciencia y amor, es el primer paso para empezar a querernos sin ruido exterior. Empieza por adoptar una alimentación sana y equilibrada, practicar deporte cada día, dedicar tiempo a la meditacion, a pasear al aire libre, a disfrutar de los tuyos y a blindarte momentos para ti, como tu momento Karicia de autocuidado diario a través de tu piel.
También es importante ponerte límites, generalmente en el trabajo. Solemos tener la idea de que cuanto más horas y más esfuerzo dedicamos a trabajar, más triunfaremos en la vida. Ser responsable es bueno, lo que no lo es que el trabajo ocupe todas las esferas de tu vida. Aprovecha bien la hora de descanso que tienes al mediodía para dedicarte tiempo para ti: pasea, ve al gimnasio, desconecta con tu serie favorita, habla con tus compis de la ofi (a poder ser de temas que no sean laborales).
Y sobre todo, márcate un horario. Se acabaron, afortunadamente, esas jornadas de 15 horas en la oficina: en el mundo laboral, las jornadas eternas están cada vez peor vistas, mientras que la flexibilidad laboral va ganando peso cada vez más.
Es momento de empezar a dar la vuelta a rutinas preestablecidas, cuyos resultados sabemos que no son como nos habían contado, y derribar muros. Dedicar muchas horas seguidas a una tarea solo conseguirá cansar tu cerebro, ahogar tu creatividad y que seas cero productivo.
Así que llega el momento de parar. De descansar. De tumbarte, si es lo que tu cuerpo te pide. Escucha tu cuerpo y dale lo que necesita en cada momento. Llega el momento de cuidar tu salud mental.
Autocuidado a través de la piel: la importancia de la rutina de skincare Karicia en tu salud mental
Además de todo lo mencionado anteriormente, la rutina de belleza tiene también unos beneficios en tus sentimientos, tu mente y tus emociones, más allá de la piel. Practicar tu rutina de skincare Karicia con conciencia y con foco en el presente, en el aquí y el ahora, no solo hace que se mantenga la salud de tu piel, sino que aporta múltiples beneficios para tus emociones. Tu rutina Karicia te hace sentir mejor, eso es así.
La rutina de skincare es mucho más que aplicar una serie de productos en la piel de forma rutinaria. El cuidado de la piel implica tomarse un tiempo para hacer algo para ti, que promueva el bienestar y la salud personal. El momento de cuidado Karicia es también una oportunidad para relajarte y desconectar, reducir el estrés, mejorar el sueño, fortalecer la autoestima y aumentar el bienestar interior.
La rutina de skincare nos hace ser conscientes de cuidar de nosotros mismos, algo que hace que nos sintamos mejor psicológicamente. Por lo tanto, una rutina de cuidado de la piel, además de mejorar la apariencia de la piel, aumentará la autoestima y la seguridad en uno mismo. Además, la práctica diaria de tu momento Karicia de skincare ayuda a reducir el estrés y mejora el estado de ánimo.
Beneficios de tu rutina de skincare Karicia para tu mente
- La rutina aporta estabilidad: Disfrutar de tu rutina de cuidado facial ayuda a anclarte en el aquí y el ahora, a la realidad y al presente, marcando un punto de estabilidad en el día a día.
- Nos ubica en el presente: Estar en conciencia en una actividad no ancla al presente, centrando nuestra mente en ese momento, evitando pensamientos irreales y aportando una gran sensación de bienestar. involucrados en una actividad que incluye una serie de pasos que siguen un orden específico, nuestra mente se centra en ese orden y se centra en el momento presente.
- La rutina aporta placer sensorial: A través de las texturas y aromas Karicia, el momento de skincare se convierte en toda una experiencia sensorial.
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