La historia del Centro Estético Tania Santos está estrechamente ligada a la historia de reinvención personal de su propietaria, que le da su nombre al centro: Tania. Aprovechando las fuerzas de su arrolladora juventud, Tania le dio la vuelta a su vida hasta encontrar en la estética y la belleza su verdadera vocación. ¿El resultado? Un centro de estética joven, dinámico y chispeante que, junto a Karicia, reafirma el compromiso de la Generación Z con el Medio Ambiente y la salud. Tania y su equipo saben que no hay Planeta B: por eso lo cuidan con mimo y con… ¡Mucha energía!
Cuando Tania Santos nos cuenta la historia de cómo nació su centro parece que esté tocada por la varita del destino. Después de 3 años trabajando como Auxiliar de Enfermería y aún siendo muy joven, Tania fue seleccionada como técnica de Fotodepilación. Un capricho del destino que, sin ni siquiera imaginarlo al principio, le estaba abriendo la puerta a su verdadera vocación: la estética profesional. Lanzada y decidida estudió estética y al terminar no dudó en abrir su propio negocio, en Etxebarri (Bilbao): Centro Estético Tania Santos.
Formación y belleza consciente, las claves del éxito
Que Tania Santos y su equipo son jóvenes salta a la vista. Pero como diría ese famoso anuncio de coches de los noventa, “están sobradamente preparadas”. La formación constante y ofrecer una belleza más allá de la parte superficial de la piel son las claves de su éxito, como explica Tania: “Siempre he tenido clara la importancia de seguir formándome para poder dar un servicio mejor. También tenía claro que quería trabajar con cosmética natural: me parece una pasada y conlleva a trabajar con seguridad, sin riesgos de generar rechazos en las pieles, ni siquiera en las más sensibles. Me apasiona aprender cada día un poquito más sobre la magia de sus aceites esenciales.”
Y es que para Tania la belleza va más allá que el cuidado superficial o las técnicas manuales en cabina. La belleza también es cuidar desde el interior, aprovechar la vibración de la naturaleza para aumentar la salud de sus clientes y utilizar fórmulas cuidadosas con el Medio Ambiente. Una decisión diferente al principio pero que, poco a poco, fue conquistando el corazón y la piel de sus clientes: “Al principio nos costó mucho que entendieran esta filosofía natural, pero a medida que les empezábamos a realizar tratamientos en cabina se fueron animando. Les regalábamos muestras y lo que parecía que no causaba efecto, al cabo de los días venían a pedirnos Karicia. ¡Ahí empezó a fluir solo por arte de magia!”, cuenta Tania.
La unión con Karicia
Es en esta búsqueda constante de la unión entre belleza y naturaleza que Tania se encontró en el camino con Karicia. Desde nuestro laboratorio de Huesca encontró unos productos creados con mimo, en el momento adecuado y con la más alta calidad: “Buscábamos productos que fueran lo menos perjudiciales posible, tanto con la naturaleza como con el organismo; eso es lo que nos enamoró de Karicia. Y cada vez optamos por productos veganos, cruelty free y lo más naturales posible”, explica Tania.
Y es que, como pasa con la gran mayoría de Centros Karicia, la unión de la marca con nuestros centros de referencia va más allá del contrato profesional. En Karicia compartimos con nuestros profesionales unos valores, tanto de belleza como de sostenibilidad, pero sobre todo, compartimos una filosofía de vida. Esa misma es la que, a su vez, transmite Tania a sus clientes: “en el centro les explicamos todas sus ventajas y como trabaja Karicia desde Huesca, hace que todavía confíen más en la marca”, nos cuenta Tania. En esa unión entre vida y trabajo está el éxito en la fidelización de sus clientes. “Sin duda, el tratamiento Karicia que más nos demandan es nuestro Tratamiento Equilibrante. Dura una hora y media, creamos un ambiente único y relajante con velas, cromoterapia estelar y por supuesto el aroma de los productos Karicia. Es un tratamiento único”, explica Tania.
Una filosofía de vida que no puede pasar desapercibida para los habitantes de Bilbao: el Centro Estético Tania Santos es la unión perfecta entre la energía arrolladora de la juventud y la lucha de una generación por cuidar un planeta que ya ha sufrido bastante y que no tiene recambio. Y, como nos cuenta ella misma, lo hace a través de una marca con un equipo y una gama de productos que tienen alma: la misma alma y toda la energía que Tania y su equipo transmiten con sus manos a sus clientes.
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